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martes, 26 de julio de 2016

De la mar a la jaula

Foto: V. Aparici

A veces aparece la concha o sepión de la sepia, choco o jibia (Sepia officinalis), aunque es más común encontrarla colgada de alguna jaula con canarios y periquitos.

La sepia es un molusco cefalópodo, y eso significa que las patas le salen de la cabeza y comparte grupo con pulpos, calamares, argonautas y nautilos.

Esta concha interna es, junto a las dos piezas bucales (llamadas pico de loro por su forma), las únicas estructuras rígidas que tiene este animal.

Su dureza y composición química hace que se utilice para que los pájaros afilen y recorten su pico, y como fuente de calcio y minerales.

Incluso se comercializa en pajarerías!!!

Por cierto el animal vivo dispone de una piel que puede mimetizarse con el fondo y para nada es blanca (color con que nos la presentan en los comercios). Es como si creyésemos que los pollos no tienen plumas porque así los compramos.

Tintenfische; mit besonderer Berücksichtigung von Sepia und Octopus Meyer, Werner Th 1913


viernes, 15 de julio de 2016

El color púrpura

Foto: V. Aparici


Os presentamos a Stramonita haemastoma, concretamente una subespecie que aparece en nuestras playas, la consul, que se caracteriza por el gran desarrollo de una espina en la apertura que, en animales vivos, está protegida por un opérculo córneo.

Este animal tubo su época dorada que empezó con los fenicios cuando descubrieron que en sus glándulas branquiales extraían un tinte utilizado en las túnicas de la antigüedad, la púrpura de Tiro, que llegó a valer hasta 20 veces más que el oro. Y es así porque para obtener 1 kg de púrpura se necesitan unos 50.000 ejemplares.

Este color símbolo de poder, fue exclusivo de emperadores romanos y, caído el Imperio, la de reyes y obispos.

Curiosamente todavía se encuentran webs que le asignan tal fama al Bolinus brandaris, que ya conocéis.  

Pero si necesitáis más pruebas, su antiguo nombre era Purpura haemastoma y los romanos lo cultivaban (si, la acuicultura no es tan reciente) como demuestran las conchas fósiles de esta especie que aparecen, justo a ostras, en muchos de los yacimientos arqueológicos.

En la siguiente foto entenderemos lo de haemastoma al observar conchas no tan erosionadas como las que hemos encontrado a la orilla del mar.

Foto: H. Zell

domingo, 10 de julio de 2016

Esto fue un Murex

Foto: V. Aparici

Estamos ante uno de los caracoles marino más conocidos y apreciados gastronómicamente. Es la famosa "cañailla" en castellano o "caragol punxós" en valenciano. Hasta hace poco que recibía el nombre científico de Murex brandaris

¿Que queréis que os diga? A veces pasa. 

Pero como los malacólogos (gente que sabe del tema) son humanos, también se equivocan y recientes estudios, que ya no se basan en las características morfológicas de la concha o de la parte blanda del animal, sino en su ADN y en su bioquímica, han descubierto que no es tan Murex como parecía en un principio y han tenido que asignarlo a otro género, eso si el brandaris es intocable. 

Sin problemas le damos la bienvenida al Bolinus brandaris

Su concha destaca por su canal sifonal largo (la punta de detrás), las espinas alrededor y por el opérculo (tapita marrón) que protege sus zonas blandas.


miércoles, 6 de julio de 2016

Una alga verde

Foto: V. Aparici
Estamos ante una alga verde o Clorofitas que es el grupo al que pertenece.

Se trata de Halimeda tuna. Especie cosmopolita, de pequeñas dimensiones, le encanta las zonas poco iluminadas y las aguas cálidas, pudiéndola encontrar hasta los 75 m de profundidad. Con un poco de imaginación se parece a una chumbera.

Las algas no son plantas debido a que no desarrollan tejidos complejos, pero se parecen tanto que es fácil creer que lo son. 

Este es el aspecto que tiene cuando esta sumergida y viva.

https://fr.wikipedia.org/wiki/Halimedaceae




viernes, 1 de julio de 2016

El arca de Noé

Foto: V. Aparici
Estamos ante otro clásico de los arribazones invernales de nuestras playas. 

Se trata de otro molusco bivalvo (con dos conchas o valvas) con forma tetraédrica que en el norte de la provincia de Castellón es un apreciado manjar, conocido como "caixetes"

Su nombre científico es Arca noae y este nombre se debe más a la mitología judeocristiana que a la ciencia propiamente dicha.

Efectivamente, cuando se juntan las 2 valvas recuerda las imágenes que hemos visto, tanto en pintura, ilustración o en películas, de el arca de madera que construyó Noé para salvar a los animales del Diluvio Universal.

Y eso debió de pensar Carl von Linné cuando la describió en 1758 y le puso ese nombre científico en su Systema Naturae.

Este importantísimo libro significó el punto de partida de la Sistemática y Taxonomía (ciencias que estudian la clasificación de los seres vivos y sus relaciones con especies actuales y del pasado) y estableció el sistema binomial (formado por dos nombres en latín) para asignar un nombre científico único a cada ser vivo conocido.
Sistema Naturae escrito por Carl Von Linné y publicado en 1758.
Escaneado de una copia del Missoury Botanical Garden